Esa
tarde fue fantástica. Nos dirigimos con Dana, Sofía, Florencia, Celeste y
Griselda hacia “Cuesta Blanca”. El camino era corto pero a la vez se hacía largo.
Al
llegar dejamos los autos en un estacionamiento. Y emprendimos camino a escalar
el cerro.
Todo
era muy lindo pero a la vez complicado por la altura y las piedras, no fue nada
fácil. Cada vez se hacía más largo, hasta que llegamos a la punta del cerro,
allí fue cuando decidimos sacar la foto con mis amigas.
Además miramos el hermoso paisaje que se veía desde allí.
Después
seguimos escalando lo que restaba del camino para llegar al punto final.
Allí
nos encontramos el hermoso lugar, montañas que rodeaban el grande y cristalino río, verdes y altos árboles, en fin la paz reinaba en ese lugar.
No
alcanzamos a dejar las mochilas, que ya estábamos en el río, por cierto el agua estaba helada y cristalina, los peces rondaban por allí.
Luego
salimos del río y nos sentamos sobre una lona a compartir la merienda.
Al
terminar, mientras Griselda guardaba las
cosas, nosotras nos sacábamos fotos, escribíamos en la arena y nos tirábamos
agua. ¡Inolvidable!.
En
fin, fue una tarde muy divertida junto a mis amigas con las que disfrutamos y compartimos bellos momentos. No sè cuantas veces más volvería, porque
ese lugar me da paz y tranquilidad, lejos de la rutina que a veces nos rodea.
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