Todo
empezó una mañana de mucho calor, cuando a mi familia se le ocurrió ir a pasar
una tarde en el río, así que cargamos todo en el auto: el mate, las reposeras y los
juguetes.
Subimos
con mis hermanos, mi abuela, mi papá y mi mamá, y empezamos el viaje.
Al llegar mis hermanos y yo, corrimos hasta la orilla del río. Todo era muy hermoso: el pasto, los árboles y el viento. Era la primera vez que había ido, así que nos pusimos el traje de baño y nos metimos. Mientras jugábamos, salpicándonos agua, mis padres con mi abuela tomaban mate y contaban anécdotas. Ya era tarde, mamá nos llamó a tomar el té, y yo siempre andaba con mi chupete, asì que no quise, y con mi hermano nos sentamos en un tronco a jugar mientras mi papá nos sacaba fotos. Ya estaba anocheciendo... empezamos a cargar todo y partimos rumbo a casa.
Estábamos tan cansados, que apenas llegamos nos fuimos a dormir, pero recuerdo muy bien que fue un día hermoso que compartimos en familia.
Al llegar mis hermanos y yo, corrimos hasta la orilla del río. Todo era muy hermoso: el pasto, los árboles y el viento. Era la primera vez que había ido, así que nos pusimos el traje de baño y nos metimos. Mientras jugábamos, salpicándonos agua, mis padres con mi abuela tomaban mate y contaban anécdotas. Ya era tarde, mamá nos llamó a tomar el té, y yo siempre andaba con mi chupete, asì que no quise, y con mi hermano nos sentamos en un tronco a jugar mientras mi papá nos sacaba fotos. Ya estaba anocheciendo... empezamos a cargar todo y partimos rumbo a casa.
Estábamos tan cansados, que apenas llegamos nos fuimos a dormir, pero recuerdo muy bien que fue un día hermoso que compartimos en familia.
Autora: Carolina Benavidez
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