SOCORRIMOS BÁSICO PARA ESCUELAS
TODOS AFUERA
La explosión los tomó a todos por sorpresa. De pronto el cielo se puso negro, los vidrios empezaron a temblar sin parar, el ruido ensordeció y dejó atontado a todo el mundo. Luego comprobaron que varios vidrios se habían roto. Los más chicos empezaron a llorar. ¿Sería la fábrica vecina? Había que dejar la escuela...Sí, había que dejar la escuela porque todo era un desastre, todo temblaba y de repente la escuela se empezó a derrumbar. De pronto salimos corriendo, en frente había un auto militar, luego nos hicieron subir en él, con otras personas más dándonos frazadas y comidas, mientras todo se caía, esquivando los pozos y los grandes escombros, descubrimos que estábamos en un ataque terrorista. La gente desesperada se preguntaba ¿Que pasaba? Cuando el humo se ponía más intenso todos nos empezamos a calmarnos pero eso no significaba que el ataque no se había de terminar. El jefe militar me dio un botiquín junto a otras personas más. Nos hicieron bajar del automóvil y nos dijeron lo siguiente: ¡salven a los más necesitados! No sabía qué hacer, había sangre por todos lados y muchos gritos.
En ese momento me preguntaba que había pasado con los niños y a donde se los llevaron la gente corría desesperadamente y yo también hasta que llegue a una fabrica o una escuela no distinguía bien que es lo que era pero me refugié ahí. En ese momento me encontré con dos personas Sara y Patricio. Patricio y yo empezamos a consentir a Sara, ella parecía perdida y aterrorizada… Después de unos minutos empezamos a buscar frazadas porque hacía frío. Las que encontramos estaban llenas de polvo y casi rotas pero nos sirvió, nos acostamos casi sin dormir preocupados de lo que pasaba hasta el día siguiente.
En la calle empezaron a repartir arroz y muchas cosas más…Todavía le sigo contando esta historia a mucha gente.
A dos años del ataque pudimos volver a construir nuestra escuela y nuestra sociedad uniendo fuerzas y sin bajar los brazos.
Le damos gracias a la gente que colaboraron con esas personas que quedaban aterrizadas, traumadas y desesperadas por todo lo sucedido. Simplemente “GRACIAS”.
Carranza O. Hernán
Rocha P. Francisco N.
ENTRE TODOS PODEMOS.
La explosión nos tomó de sorpresa. De pronto el cielo se puso negro, los vidrios empezaron a temblar sin parar, el ruido ensordeció y dejó atontado a todo el mundo. Luego comprobaron que varios vidrios se habían roto. Los más chicos empezaron a llorar ¿Sería la fábrica vecina? Había que dejar la escuela....
Salimos a la calle y todo era gris, tenebroso, triste. La gente corría y nadie sabía para donde ir. Todos estábamos asustados.
De la fábrica vecina no eran. De pronto nos dimos cuenta que el ruido venía desde el cielo y desde allí provenía la también una lluvia muy rara, no mojaba, pero ensuciaba todo lo que a su paso se interponía.
Ya cada una en sus casas, un poco más tranquilos, a través de los informativos supieron que era un volcán cercano entrado en erupción.
Pasaron los días, las cenizas seguían interrumpiendo la vida cotidiana y el verde paisaje de árboles, lagos y flores se transformó en una triste visión.
Todos los habitantes del pueblo no podíamos ver nuestra ciudad en nuestra ciudad en esas condiciones, entonces entre todos y cada uno como podía nos pusimos a limpiar calles, techos y casas.
Después de varios días sin clases, volvimos a la escuela a limpiarla entre todos.
Cuando la naturaleza se tranquilizó, el pueblo volvió a lucir su belleza natural de la que nosotros, los que vivimos aquí, nos sentimos orgullosos.
BONO, Lucía
BENAVIDEZ, Carolina
RAMALLO, Lucía
La explosión nos tomó de sorpresa. De pronto el cielo se puso negro, los vidrios empezaron a temblar sin parar, el ruido ensordeció y dejó atontado a todo el mundo. Luego comprobaron que varios vidrios se habían roto. Los más chicos empezaron a llorar ¿Sería la fábrica vecina? Había que dejar la escuela....
Salimos a la calle y todo era gris, tenebroso, triste. La gente corría y nadie sabía para donde ir. Todos estábamos asustados.
De la fábrica vecina no eran. De pronto nos dimos cuenta que el ruido venía desde el cielo y desde allí provenía la también una lluvia muy rara, no mojaba, pero ensuciaba todo lo que a su paso se interponía.
Ya cada una en sus casas, un poco más tranquilos, a través de los informativos supieron que era un volcán cercano entrado en erupción.
Pasaron los días, las cenizas seguían interrumpiendo la vida cotidiana y el verde paisaje de árboles, lagos y flores se transformó en una triste visión.
Todos los habitantes del pueblo no podíamos ver nuestra ciudad en nuestra ciudad en esas condiciones, entonces entre todos y cada uno como podía nos pusimos a limpiar calles, techos y casas.
Después de varios días sin clases, volvimos a la escuela a limpiarla entre todos.
Cuando la naturaleza se tranquilizó, el pueblo volvió a lucir su belleza natural de la que nosotros, los que vivimos aquí, nos sentimos orgullosos.
BONO, Lucía
BENAVIDEZ, Carolina
RAMALLO, Lucía
INOLVIDABLE.
La explosión los tomó a todos por sorpresa. De pronto el cielo se puso negro, los vidrios empezaron a temblar sin parar, el ruido ensordeció y dejó atontado a todo el mundo. Luego comprobaron que varios se habían roto. Los más chicos empezaron a llorar. ¿Sería la fábrica vecina? Había que dejar la escuela. ¿era un terremoto?
Los más grandes de la escuela, empezaron a calmar y proteger a los más pequeños, y los profesores comenzaron a utilizar sus técnicas de rescate, que le habían enseñado la semana pasada en un simulacro que organizó el colegio. Llamaron a centros de rescates porque los niños comenzaron asustarse por el temblor. Los recatistas aconsejaron que evacuaran la escuela rápidamente antes de que se empezara a derrumbar el lugar, primero los niños, después los más grandes y por ultimo los profesores.
Cuando ya despejaron la zona, los alumnos y profesores, se ubicaron al frente de la escuela a orillas de las calles, que era lo que les habían enseñado en el simulacro. El terremoto duró aproximadamente cinco horas pero sus temblores no fueron muy fuertes, sin embargo llamo mucho la atención a ese pueblito porque era la primera vez que habían sufrido una catástrofe natural de ese modo.
cuando finalizó el temblor los alumnos entraron a la institución ya que no había recibido mucho daños, pero lo que más les sorprendió que ya había pasado una hora de la catástrofe y las lámparas del colegio seguían aún moviéndose lentamente de un lado a otro.
Pasaron varios días y no hubo más rastros del terremoto.
Catalina Vigliano y Victoria Sastre.
cuando finalizó el temblor los alumnos entraron a la institución ya que no había recibido mucho daños, pero lo que más les sorprendió que ya había pasado una hora de la catástrofe y las lámparas del colegio seguían aún moviéndose lentamente de un lado a otro.
Pasaron varios días y no hubo más rastros del terremoto.
Catalina Vigliano y Victoria Sastre.
Había que dejar la escuela… lo primero que se le ocurrió a la maestra fue sacarnos a todos afuera, ya en el patio, miramos hacia el cielo donde pasaron por lo menos más de cinco aviones de guerra. Corrimos hacia la esquina y observamos que la base militar estaba en llamas, no pasaron ni diez segundos que los bomberos estaban en la base para evacuar a los soldados.
La gente se empezó a acercar cada vez más. Un soldado que vigilaba desde arriba de una torre observó dos soldados con otra vestimenta, enseguida tocó la alarma de emergencia y de inmediato nuestros soldados, nuestros queridos soldados, algunos heridos, golpeados y con familia empezaron a marchar para el contraataque.
La bomba no explotó como ellos querían, por eso el nivel de heridos fue leve pero el susto fue mayor.
Fue una semana de constante bombardeo, pero nosotros nos dimos cuenta que para ganar había que jugar inteligente aprovechando que nevaba toda la zona.
Decidimos llamarla operación: “RETIRADA” consistía en ir de pueblo en pueblo dejando sin alimentos a estos invasores ingleses. Y al comenzar la operación de inmediato, fueron las órdenes del general García. La noche del 22-06-11 salimos para el pueblo vecino, Oncativo para dejarlos sin alimentos y seguir así para Manfredi, hicimos eso en los siguientes tres pueblos y ya en laguna larga, nos llegó un mensaje escrito por el capitán Beckam que se ha rendido por falta de alimentos.
Cuando García dio estas palabras en el pueblo de Oliva, contentos y agitando banderas proclamaron victoria. Volvimos a Oliva pensando en trabajar todos juntos para volver a construir todo de nuevo pero cuando llegamos las cosas destruidas eran un par de cosas destruidas eran una par de casas y la base militar.
Santiago Re y Tomas García.
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